La moda sostenible, tendencia del 2018

¿Por qué seguir esta corriente y cómo contribuimos desde Saias Ledas?

Dicen que la moda sostenible es tendencia en este 2018 y en Saias Ledas no podemos estar más contentas. ¿Quieres saber por qué y cómo contribuimos?

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La saturación del contacto con la tecnología, el estrés por el ritmo de vida urbana, la competitividad constante incluso con nosotros mismos, la degradación del medio ambienteTodos estos problemas vienen agobiándonos desde el inicio de esta revolución tecnológica que vivimos. Antes o después era inevitable (y totalmente necesario) que la juventud se encarara contra este planeta que se encontraron y nos encamine hacia una sociedad un poco menos autodestructiva. A esto le llaman moda, pero una moda es un gusto colectivo cambiante y relativo. El ecologismo no puede ser una moda pasajera. Es algo que tenemos que ir integrando poco a poco en nuestras vidas. Siempre en la medida de nuestras posibilidades pero siendo conscientes y constantes.

Saias Ledas no es nova. Es una marca que nació, como tal, allá por el 2009; pero siempre acogió esta tendencia como parte de sí misma. Sus diseños son (y han sidoinspirados por la naturaleza gallega y su propia esencia manual bebe del ecologismo. Para esta marca artesana, lo más importante es el respeto por la tradición gallega, que pasa también por el respeto a esa naturaleza rica y salvaje que tan bien caracteriza a Galicia. El mantenimiento y el cuidado de cada una de sus especies, paisajes y formas de vida. Sin dejar de fijarse en las últimas tendencias y progresos en moda e imagen, pues evolucionar es parte de vivir.  

Esta tendencia hace que cada día aparezcan nuevos tejidos con menor impacto medioambiental, técnicas de estampación y teñido poco agresivas, cueros artificiales de mayor calidadEsperamos que cada día sean más accesibles y baratos. Mientras tanto, desde Saias Ledas estamos trabajando en buscar telas de gran calidad y proximidad, el problema es que para las tiradas tan pequeñas que utilizamos es muy complicado que no se disparen los precios. Los materiales (como los botones, las cremalleras, apliques, etc.) los compramos en pequeñas mercerías de Cangas y Vigo.

¡Hacemos lo que podemos! Pero creemos que hay diferencia entre comprar una prenda hecha a mano íntegramente, con componentes de calidad y comprados en comercios locales, a comprar una prenda hecha en serie, a miles de kilómetros, en condiciones inimaginables. Esa diferencia es substancial, pero incluso es mayor el hecho del cambio de mentalidad. Es totalmente insostenible que cada un de nosotros cambie un armario completo cada seis meses. Que se deje de reflexionar sobre el uso que se le va a dar a esa prenda porque total, si acaba en el fondo del armario, tampoco pasa nada.

Llegados a este punto de locura llamado fast fashion, somos felices con la tendencia antagónica de la slow fashion. Ese minuto de pausa, de mirar para atrás y ver con qué nos quedamos del pasado y con qué no, para así construir un futuro más sostenible y respetuoso con nuestra salude física y mental.

Al fin y al cabo¿Lass ecologistas no eran nuestras abuelas? Ni embalajes inútiles, ni cosas superfluas, nada de estragar comidaLas cosas se usaban hasta que de verdad había que cambiarlas. Solo hay que adaptar esa actitud a los nuevos tiempos, desaprender ciertas cosas que nos enseñaron estos últimos 30 años de evolución tecnológica, abrazar la tradición con los ojos de la modernidad.